martes, 2 de julio de 2013

En Frio

No soy ninguna persona especialmente deportista, simplemente en Marzo del año pasado empecé a cuidarme un poco y como suele ocurrir con el deporte, el hecho de verte mejorar te va planteando nuevos retos personales que te ves en la obligación de aceptar por el simple hecho de demostrarte que puedes. De eso se trataba mi participación en un triatlón. Nunca quise ser un ganador, solamente probar que podía terminar esa prueba.

Mi sorpresa empieza cuando decido empezar a prepararme y para ello me apunto a un club, TRIRUNNERS. No sé qué me lleva hasta allí, pero soy de los que piensa que las cosas no ocurren porque sí. Poco a poco empiezo a hablar y conocer a la gente y a ver y disfrutar el ambientillo, parecen buena gente. Unos pocos meses después de empezar, nos apuntamos al triatlón de Lekeitio y la gente ya nos anima a los que vamos a participar y eso nos hace confiar aún más en nosotros mismos y nos aplica una presión positiva extra que nos mueve a dar el máximo.

El día de la carrera, no somos ni dos, ni tres, sino ocho o nueve los que participamos.  La tensión se puede palpar, no es para menos, entre otros muchos triatletas, los campeones del mundo están en la prueba, ¿qué otro deporte permite compartir salida a un amateur con un campeón del mundo? Más motivación. Salen las chicas, 20 minutos y arrancamos. ¡Suena la bocina! Golpes, codazos, aguadillas, empujones, coges aire, solos das brazadas y coges aire, tocas arena, a la bici, rápido, no hay tiempo que perder. Pedales y bebida, hay que hidratarse, el puerto ese día está un poco menos cuesta arriba, bajadas a tope, adrenalina, suelo empedrado, dejas la bici, zapatillas, corre, más rápido, no pierdas tiempo, corre cuesta arriba, coge a esos dos que están delante, pásalos, puedes pasarlos, los pasas, gente, mucha gente, ánimos, aplausos y se termina.
¿De verdad ha pasado? Sí, sí que ha pasado y ¡ha sido genial! el próximo más largo, hay que disfrutarlo más. Espera, ¿hay un próximo? Por supuesto. Pronto.
 Ya estamos a Martes y han pasado 3 días desde mi primer triatlón. Eso no impide que siga pasando las noches dándoles vueltas a todo lo vivido, impidiéndome descansar todo lo que me gustaría, tal como me lleva pasando desde dos días antes de la prueba. Aún así, miro atrás para sopesar, valorar, repasar cada momento y todos ellos llevan a una misma conclusión; tengo que repetir esta experiencia y mejorar mis marcas.

Gracias a todos por los ánimos, la paciencia y la motivación. Sois un equipazo.


IGOIN BETANZOS